Materia Remota
Museo para la Identidad Nacional (MIN)
Tegucigalpa (Honduras)
curated by Pablo Ramírez
Tegucigalpa (Honduras)
curated by Pablo Ramírez
May to July 2016
Solo Exhibition
Solo Exhibition
Materia Remota
Por Pablo Ramírez
De manera sencilla, podríamos inferir que la materia es todo aquello que ocupa un espacio y genera cierta sensorialidad; podemos verla, tocarla, olerla, sentirla. Para Platón, la materia no era más que un receptáculo susceptible de cualquier forma y para la filosofía moderna, esta tenía una realidad en si misma, una “realidad única”. No había diferencia entonces, entre la forma y el contenido. Los materiales (al igual que las palabras) nos dicen algo, nos mienten o no, nos cuentan historias, nos interpelan, nos hablan.
Materia Remota es un termino aristotélico, utilizado para referir a una suerte de materia última de la cual estaba hecha toda realidad. Pero ¿que es lo que entendemos por realidad? o más bien ¿que realidad moviliza a Adán? ¿ Será posible rastrear los recorridos sinuosos de una realidad, una historia, un país o un cuerpo a través de ciertos materiales?
Ante la prevalencia de un sistema que insiste en disciplinar al objeto del arte en el entramado de un espectáculo, en donde la mirada da continuidad a los convencionalismos del preciosismo estético; la obra de Vallecillo se sitúa en esa tensión tan macabra como inteligente, develando una suerte de Economía-Política de la materia.
Se trata entonces de construir ficciones, que dejan entrever historias asociadas a la marginación, a la explotación de los cuerpos y de los recursos, no como apología de la miseria, sino intentando llevar al arte a un lugar menos cómodo, un lugar en el que toca “ensuciarse las manos” porque si, porque no hay otra manera de hablar.
Detrás del caucho monocromático y del aparente orden, existió una protesta masiva. La composición geométrica del verde pastoso, devela cierto hedor. La construcción lúdica del chicle en color y abstracción, esconde saliva e historias. Es así como la materia es realidad, es testigo y rastro.
En este mundo hay
materia densa, pesada,
aceitosa como el petróleo,
materia ligera, liviana,
fresca como una pluma,
por donde pasa el viento
sin quebrar ninguna estructura
Anahí Ferreyra
De manera sencilla, podríamos inferir que la materia es todo aquello que ocupa un espacio y genera cierta sensorialidad; podemos verla, tocarla, olerla, sentirla. Para Platón, la materia no era más que un receptáculo susceptible de cualquier forma y para la filosofía moderna, esta tenía una realidad en si misma, una “realidad única”. No había diferencia entonces, entre la forma y el contenido. Los materiales (al igual que las palabras) nos dicen algo, nos mienten o no, nos cuentan historias, nos interpelan, nos hablan.
Materia Remota es un termino aristotélico, utilizado para referir a una suerte de materia última de la cual estaba hecha toda realidad. Pero ¿que es lo que entendemos por realidad? o más bien ¿que realidad moviliza a Adán? ¿ Será posible rastrear los recorridos sinuosos de una realidad, una historia, un país o un cuerpo a través de ciertos materiales?
Ante la prevalencia de un sistema que insiste en disciplinar al objeto del arte en el entramado de un espectáculo, en donde la mirada da continuidad a los convencionalismos del preciosismo estético; la obra de Vallecillo se sitúa en esa tensión tan macabra como inteligente, develando una suerte de Economía-Política de la materia.
Se trata entonces de construir ficciones, que dejan entrever historias asociadas a la marginación, a la explotación de los cuerpos y de los recursos, no como apología de la miseria, sino intentando llevar al arte a un lugar menos cómodo, un lugar en el que toca “ensuciarse las manos” porque si, porque no hay otra manera de hablar.
Detrás del caucho monocromático y del aparente orden, existió una protesta masiva. La composición geométrica del verde pastoso, devela cierto hedor. La construcción lúdica del chicle en color y abstracción, esconde saliva e historias. Es así como la materia es realidad, es testigo y rastro.
La pobreza, la contaminación ambiental y el deterioro gris de la ciudad son producto de los flujos simbólicos y concretos de capital a escala global. La protesta, el hedor y la saliva son entonces, esas mismas formas de subversión simbólica, una inversión del capital, un “Lado B”.
Ahora bien, para Adán, detrás de esta Economía-Política de la materia, no subyace un discurso -políticamente correcto- de verdad. No se trata de un trabajo aleccionador, distanciándose de este modo de ciertas formas de activismo artístico o arte político, que intentan representar o metaforizar una realidad social dada. En este caso, lo que crea este entramado de los materiales y su transmutación en objetos estéticos es por decirlo de algún modo, la forma de Adán de ser ese trabajador en la fabrica que escribe poesía escondido tras una caldera en horas laborales o como menciona Ranciere: ese obrero que juega cartas en la noche, mientras busca vengarse de los gatos del jefe de la fabrica que no lo dejan dormir.
Para Adán, el arte no es extensión de la realidad, sino realidad en si misma. Es decir, no se trata de representar, sino de presentar. La cuestión es que su obra hilvana un devenir de materiales que son testimonio tanto simbólico como económico, o más bien simbólico en tanto económico de una realidad que nos interpela a todos, y es en donde la obra de Adán, adquiere ese carácter universal, en tanto especifica.
Materia Remota plantea un recorrido por la obra reciente del artista hondureño Adán Vallecillo, presentando una selección de varias series que responden a nuestra intención de pensar la relación entre materiales y realidad. Entre la exposición se encuentran obras de las series: Pintura-Mural; Civilizaciones; Histologías y Tectónicas. Varias de éstas piezas son inéditas y responden de algún modo, a preocupaciones e indagaciones recientes del artista.
La exposición, tiene sin duda cierta mirada latinoamericanista al sesgo, al presentar experiencias estéticas que se sitúan desde este lado del mundo. La cultura del parche -por ejemplo- es una construcción cultural propia de la precarización de recursos, que se inventa y se convierte en cultura “gracias” a las condiciones materiales de estos países. La contaminación del lago de Amatitlán -parte de la serie “Pintura-Mural”- es otro claro ejemplo de como éstos materiales y su transmutación visual, son consecuencia de éstas realidades, con esto lo que Adán hace es un trabajo de develamiento de realidades, inversión dialéctica de visualidades, sabotaje simbólico del estado de las cosas.
Ahora bien, para Adán, detrás de esta Economía-Política de la materia, no subyace un discurso -políticamente correcto- de verdad. No se trata de un trabajo aleccionador, distanciándose de este modo de ciertas formas de activismo artístico o arte político, que intentan representar o metaforizar una realidad social dada. En este caso, lo que crea este entramado de los materiales y su transmutación en objetos estéticos es por decirlo de algún modo, la forma de Adán de ser ese trabajador en la fabrica que escribe poesía escondido tras una caldera en horas laborales o como menciona Ranciere: ese obrero que juega cartas en la noche, mientras busca vengarse de los gatos del jefe de la fabrica que no lo dejan dormir.
Para Adán, el arte no es extensión de la realidad, sino realidad en si misma. Es decir, no se trata de representar, sino de presentar. La cuestión es que su obra hilvana un devenir de materiales que son testimonio tanto simbólico como económico, o más bien simbólico en tanto económico de una realidad que nos interpela a todos, y es en donde la obra de Adán, adquiere ese carácter universal, en tanto especifica.
Materia Remota plantea un recorrido por la obra reciente del artista hondureño Adán Vallecillo, presentando una selección de varias series que responden a nuestra intención de pensar la relación entre materiales y realidad. Entre la exposición se encuentran obras de las series: Pintura-Mural; Civilizaciones; Histologías y Tectónicas. Varias de éstas piezas son inéditas y responden de algún modo, a preocupaciones e indagaciones recientes del artista.
La exposición, tiene sin duda cierta mirada latinoamericanista al sesgo, al presentar experiencias estéticas que se sitúan desde este lado del mundo. La cultura del parche -por ejemplo- es una construcción cultural propia de la precarización de recursos, que se inventa y se convierte en cultura “gracias” a las condiciones materiales de estos países. La contaminación del lago de Amatitlán -parte de la serie “Pintura-Mural”- es otro claro ejemplo de como éstos materiales y su transmutación visual, son consecuencia de éstas realidades, con esto lo que Adán hace es un trabajo de develamiento de realidades, inversión dialéctica de visualidades, sabotaje simbólico del estado de las cosas.
Adán Vallecillo, Honduras